Se cumplieron seis años de tu partida, amada Rebeca. Te extrañamos muchísimo.
En lo particular charlar con Nadja y con Elsa (cuando ella viene de visita) me da mucha paz.
Sé que eres feliz en donde estás, rodeada de todos los seres que amabas y que admirabas.
Todos los días rezo por la trascendencia de tu alma.
Nos vemos pronto. Mis mejores pensamientos para ti.